Tus sonrisas

 

Sonríes demasiado niña

y con eso te quiero tanto,

quizá ellas,

tus sonrisas,

suplen todas mis penas.

La verdad

yo seguiría cambiando

mil de mis lágrimas

por una de tus sonrisas,

y sin embargo éstas

parecen no requerir de nada,

parece que siempre han estado

y seguirán ahí,

en tu bello rostro.

Día de campo

 

Vino.

Una botella en la tierra,

un rojo tambaleante en la copa,

un agradable aroma en el aire.

Tu sabor

y su sabor

en mi boca.

Momentos

Hay momentos,
sólo momentos, 
que hacen que la vida tenga sentido.
Pues sólo se viven momentos,
instantes de regocijo….

No son más que aquellos momentos 
en los que de verdad se es feliz,
en los que sobre el verde y fresco pasto 
se tiende el cuerpo con la compañía de otro más,
y ambos, 
juntos,
disfrutan del jugar del aire con las enormes ramas de los árboles
y las blancas nubes en un cielo azul.
Celeste adornado por un sol de ocaso 
que con sus tibios rayos crea diversos colores en torno suyo
y calienta levemente 
ambos cuerpos tumbados en el frío y fresco pasto,
que junto a una tierna brisa trata de mantener constante la temperatura
que se eleva con el tiempo,
mientras que ambos cuerpos permanecen juntos,
tendidos 
en el verde y fresco pasto.

Te amo porque eres mi consuelo

 

Me encanta tu sonrisa simple

sin temor de dios

ni de nadie,

sabia y recatada,

tan simple

que sólo pocos saben que es sabia.

Una sonrisa tuya

para aquel instante,

una luz,

que con tristeza muy en el fondo

sabes que se apagará

y sin embargo

no la crees encender en vano.

Espalda desnuda

Amor a una desconocida

 

El amor no es algo que tenga sentido,

mas es algo que puede ser todo,

su ausencia es tan notoria

como la falta de aire.

Puedo amar casi a cualquiera

aunque no a todos,

puedo amar, a veces,

más fácilmente

a aquella desconocida del bus

que a alguna conocida,

pues aquella desconocida

dormía hermosamente,

se veía bien,

era bella y no hacia ningún mal,

por el contrario

me hacia sentir bien mientras la veía,

amarla mientras la veía,

en el momento era perfecta

más que cualquiera,

porque a esta desconocida

no le conocía mal,

era entonces perfecta

¿cómo no amarla?

Amante

 

Amantes,

verde,

y un frío aire

colman el lugar.

La noche

está oscura,

y yo

soy el único amante

que solo,

no tiene a quien amar.

Una mirada

Hubo un momento,

un segundo,

en el que en su mirada

pude ver más hallá de sus ojos

y parecía que ella

podía ver a través de los míos,

y aunque ansiaba ver en su interior,

me intimidó el que ella

viera el mío...

y me escondí tras mi cámara.