Ahora una pluma en la mano
que antes con amor
acariciaba sus senos.
De su calor al frío de su
ausencia.
Mis ojos ya no se fijan
si no es en los suyos,
nada bello a ver
fuera de tu cuerpo.
En tu ausencia
la vida pierde más su poca
gracia,
mas me aferro ahora a ella
para vivirte.