sábado, 9 de febrero de 2013

En un futuro


 



Y voló el gato azul,
mientras relinchaba,
luciendo su áspero plumaje.

Y el hombre se resignó.

Y ahora hizo ya no hipopótamos,
sino también elefantes rosados voladores.
Mientras el perro se podría en un oscuro rincón
y sus desalentados ladridos
no se oían,
mucho menos
tocaban el corazón...
del hombre-dios.

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